El sábado 13 de Noviembre del año 2005, la Primera Conferencia Internacional sobre Ciclovías Recreativas fue organizada en la ciudad de Bogotá, Colombia, como una iniciativa conjunta de la Organización Panamericana de la Salud (OPS/OMS), el Centro de Control y Prevención de Enfermedades (CDC) y la comunidad de promotores de la movilidad no motorizada y el desarrollo urbano sustentable.
La idea era reunir a la mayor cantidad posible de organizaciones de la sociedad civil, así como instituciones municipales, estatales e internacionales de todo el continente, para fomentar el intercambio de experiencias y facilitar el desarrollo de nuevas Ciclovías Recreativas o la expansión de los programas existentes.
Para aquella fecha, ya varias ciudades del continente americano habían conocido la tremendamente exitosa e impactante experiencia de la Ciclovía de Bogotá, que todavía atrae al menos 500,000 participantes cada domingo del año. Siguiendo los pasos de la capital colombiana, cerca de 30 ciudades del continente habían adaptado el concepto de la Ciclovía Recreativa a sus propias comunidades, habilitando temporalmente, uno o más días a la semana, parte de la malla vial para devolvérsela a las personas, la vida familiar y la convivencia ciudadana.
El Encuentro de Bogotá resultó en la firma de la Declaración de Bogotá por 16 institutos promotores de Ciclovías Recreativas en el continente americano: nació la Red de Ciclovías Unidas de las Américas, que sería renombrada cuatro años más tarde Red de Ciclovías Recreativas de las Américas.
Una epidemia saludable
El año 2009 fue marcado por el crecimiento rápido y exponencial de las Ciclovías Recreativas en el continente americano. Con menos de 40 ciudades desarrollándolas en el 2008, el número de iniciativas incrementó de más de un 150% entre 2009 y 2011, contabilizando al final de este periodo 33 programas de Ciclovías Recreativas semanales y 108 eventos en total.
Desde los años noventa, la epidemia global de obesidad y otras enfermedades crónicas se ha vuelto una de las primeras preocupaciones del sector salud, con índices de obesidad alcanzando actualmente entre el 15 y 26% de la población de América latina y el 33% de los habitantes de Estados Unidos.
La Ciclovía Recreativa es una respuesta masiva y eficiente a la crisis mundial de salud pública; contribuye no solo a revertir la tendencia de obesidad actual en el largo plazo, sino también a generar una conciencia pública respecto a otras crisis contemporáneas como el cambio climático y el peligroso deterioro de la calidad del espacio público, en los cuales la crisis de salud está profundamente arraigada.
Si bien las Ciclovías Recreativas solo permiten transformar el paisaje urbano y social de la ciudad por algunas horas a la semana, han demostrado en los últimos años que los cambios estructurales pueden ser fomentados mediante una política voluntarista y audaz.
Más de 100 ciudades en el mundo ya han aprovechado el inmenso potencial de la Ciclovía Recreativa. ¡Hagámoslas cada día más numerosas!